jueves, 9 de febrero de 2012

Lo que es, es Y lo que no es, no es


Cuantas veces les ha pasado: están tienen un límite de tiempo para lo que están haciendo, pero cuando se dan cuentan ya sea acabado o está a punto de acabar cuando hace solo unos instantes que vieron el tiempo faltaban aún mucho.  No se engañen, el tiempo no ha volado, ni tienen por enemigo a alguna fuerza sobrenatural que quiere fastidiarles el día o la vida.

Están esperando a que llegue la hora de salida, ya sea del cole o del trabajo, pero cuando ven el reloj esta en el mismo lugar que esta hace RATO cuándo lo vieron por última vez.  No se engañen, el tiempo sí está avanzando, no es que tengan por enemigo a alguna fuerza sobrenatural que quiere fastidiarles el día o la vida, reteniendo lo más posible el tiempo.

Esta percepción se origina en su cerebro. Su cerebro, que es el órgano al cual le deben su inteligencia, se deja engañar fácilmente. Este simple hecho nos demuestra cuán importante es darle trabajo a nuestro cerebro. Es un órgano que necesita estar ocupado. Si estas concentrado haciendo algo, y nos estas atento del tiempo, este pasará sin que te des cuenta. Si estas pendiente del tiempo, entonces sí que lo sentirás.

Una simple prueba del por qué es importante para el hombre el trabajo. El trabajo genera que el hombre viva su estancia en este mundo haciendo cosas productivas, haciendo… Sino imagínense cuan letargosa se convertiría la vida si viviéramos pendientes del tiempo. Pero eso es tema de otra publicación.

Terminaré diciendo: “Así es señores, el tiempo es tiempo. Y pasa como tiene que pasar. Nunca corre o se detiene, solo  se mantiene constante”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario